viernes, 8 de marzo de 2013

Necesito desahogarme. Desahogandome con las personas no lo consigo. Tampoco llorando porque no soluciono nada con eso. Ni tampoco comiendo mucho más sabiendo que estoy a dieta. Necesito desahogarme de verdad. ¿Escribiendo? No lo sé, de momento no me hace efecto. ¿Escuchando música? Me raya más la cabeza con sus letras. Tan solo decirle a aquel que me lea, que no te fies de nadie. Vale, lo sé, digo este consejo y luego yo soy la primera en confiar en cualquiera. ¿Sabes porqué? Por culpa de mi inocencia. Aquel que me diga un te quiero me lo creo, aunque esa persona me lo diga sin sentimientos, yo pienso que sí los hay, cuando en realidad no hay ni uno.
Tan sólo decirte que apenas tengo catorce años, que he tenido varias relaciones y sigo pasándolo mal. Pero no tanto como lo estoy pasando estos meses. Antes pasaba de áquel chico con el que había cortado, total, estaba en mi pasado, pero joder, él... a él le veo a cada día y estoy harta. Con los demás se me hacía más fácil olvidarles ya que apenas no les veía, pero nunca había creído que tener un ex en el colegio se te puede hacer muy duro. Vale, pensaréis, ¿que coño hace una niña de 14 hablando de estas cosas? Sí, quizá no sé mucho de la vida porque la estoy empezando desde hace unos pocos años, pero apuesto a lo que sea que he tenido muchas más experiencias que otras personas, en el amor, amistad, família, etc.
Me gustaría que apareciera alguien en mi vida que rompiera todos mis esquemas. Enserio, lo necesito. Necesito que me demuestren cariño. Que de verdad me quieran. No un idiota que va de santo y cuando corto con él, se hace el durillo, pasa un mes, se arrepiente y le va diciendo a todo el colegio que sigue enamorado de mí y noseque historias más y no es capaz ni de saludarme, tan sólo lo dice por interés y para quedar bien cuando él sabe de sobras que lo estoy pasando fatal.
¿Sabeis una cosa? Poco a poco le estoy dejando de querer. Por todo lo que estoy viendo CON MIS OJOS, que antes me enteraba por alguien. Ahora lo veo todo claro. Y la verdad es que, duele.. duele ver como se va con otra, la empotra contra la pared, cuando a mí no me hacía ni eso, y que encima esa otra sea una chica que consideras como una hermana que sabe de sobras que amas a ese chaval. Duele demasiado ver ese momento, sonreír, y hacer ver que no te importa, cuando en el fondo te rompes en miles de pedazos.
Yo ya no puedo soportarlo más... quiero que se pudra, o que se vaya de mis ojos, no verle nunca más, que desaparezca de repente... entonces todo estaría genial. Sería de verdad feliz.

jueves, 7 de marzo de 2013

Ya se hizo tarde, lo sabes,  me duele que no funcionase quererte, que todas las calles donde nos besamos dibujan recuerdos que hoy borra tu mente. Me siento tan tonta de tanto creerte, de tanto pensar que me ibas a ser fiel, de días y noches queriendo comerte, y tu mientras pensando en ella.
Quién prometió un para siempre, mintió, quién lo olvidó y me rompió el corazón, quién me brindó su calor y dejó la ilusión apartada que ataba este amor, y por más que te demostré y que luché por lo nuestro, no conseguí tu sonrisa y lo siento, sólo pretendía saber que eras mío, y que no querías otros besos.
Sabes que te lo di todo, que yo no sería capaz de dañarte,de noches de besos de amor y tan solo
de un modo que la otra jamás podrá darte, que débil, que frágil, que fácil dañarme, que imbécil que me haces sentir por buscarte, por no valorarme y por darme cuenta tan tarde que nunca quisiste quedarte.
Y me odio por todo lo que hice por ti, lo que prometí y lo que fui, lo que sentí no valía, maldito el día que no pensé en mí.
Tío te odio, en mi folio te escribo, que tonta que he sido callando, luchando, sufriendo, pensando
que era tu motivo y recibo tu adiós, ya no hay más que decir.
No quiero verte en mi vida, ¿te enteras?
Sé que no vales la pena, si voy a luchar será por quien me quiera y no juega conmigo. 

He perdido mi tiempo, esas noches en vela dándotelo todo y tu nada, que pena, no mereces que te escriba ni un tema,y ya vendrá otro que si que valore mis besos, quiera quedarse a mi vera.
Vete y no vuelvas jamás, busca otra perra que vaya detrás, madura y aprende que el hecho de estar
con una persona significa amar.
No te preocupó si lloraba o si estaba pasándolo mal, no repitas que me quieres, se vio de verdad lo que sientes, que suerte la mía de darme cuenta de lo poco que vales.
Y ojalá te vaya mal y ten den lo que tú a mí, verás lo que es sufrir y llores y grites y nadie te abrace y no tengas ya nada que hacer, te gire la cara, te ignore,te deje sin explicaciones, te olvide y se vaya con otro, y te sientas imbécil, verás si es difícil salir otra vez.
Nunca seremos amigos, lo juro, no voy a perdonar el daño que hiciste, para mi ya no existes, no voy a estar triste por alguien que no me supo valorar.
Deja de prometer cosas que nunca cumpliste, eras diferente dijiste, otra vez que mentiste, no pienso escribirte de nuevo, que te escriba la otra y que tonta fui al confiar.
Que te vaya mal.
Posdata: te quiero.
Te quiero bien lejos.

viernes, 1 de marzo de 2013

Tus muñecas no son papel.

¿Te sientes mal? ¿Pensando en el suicidio o en cortarte?. Solo imagina esto por un segundo: Estas sentada en tu habitación *puerta cerrada con llave* con una lápiz y un papel en blanco frente tuyo. Tu mano tiembla y las lágrimas caen otra vez, es la tercera vez en una hora. "Para mi familia" escribes en la hoja pero decides que es una mala manera de empezar tu carta, de suicidio. Pruebas de nuevo, una y otra vez pero no sabes como comenzar. Nadie te entiende, nadie entiende lo que estás pasando, estás solo, o al menos eso piensas. A nadie le importa si estás vivo o muerto. Es de noche, te deslizas en la cama; "Adiós" le susurras a la oscuridad. Tomas tu última respiración y acabas con todo. ¿A nadie le importa no?. Bueno te equivocas. Es martes, la mañana siguiente. A las 7:00 tu madre llama a tu puerta; no sabe que no puedes oírla, no sabe que ya te has ido. Golpea unas veces más, como no hay respuesta de tu parte abre la puerta y grita. Se desploma en tu habitación mientras tu padre correa ver que sucede; tus hermanos ya se habían ido al colegio. Tu muy débil madre reúne toda la energía que le queda (la que es prácticamente nada) para caminar hacia tu cama. Se apoya en tu cuerpo muerto, llorando, apretando tu mano, gritando. Tu papá está tratando de mantenerse fuerte pero las lágrimas escapan de sus ojos; llamando al 112 con su mano izquierda mientras que la otra está en la espalda de tu mamá. Tu madre se culpa a sí misma. Todas esas veces que te dijo ‘no’, todas esas veces que te gritó o te envió a tu habitación por alguna estupidez. Tu padre se culpará a si mismo por no estar cuando le pediste ayuda, por dejar la casa para ir a trabajar por tanto tiempo. ¿A nadie le importa no? 8:34. Golpean la puerta de tu aula, es la directora. Luce más preocupada que nunca. Llama a la profesora a un costado; todos los estudiantes están preocupados: ¿qué está pasando? La directora les cuenta sobre tu suicidio. La chica popular que siempre te llamó gorda y fea ahora está culpando a si misma. El chico que siempre te copiaba la tarea pero te trataba como mierda está culpándose a si mismo. El chico que se sentaba detrás de ti, el que siempre te tiraba cosas durante la clase, está culpándose a si mismo. La profesora se culpa a si misma por todas esas veces que te gritó por olvidarte de hacer la tarea o no escuchar en clase. Las personas están llorando, gritando, en shock, arrepentidos por lo que hicieron. Todos están devastados, incluso los chicos con los que nunca hablaste antes. ¿Todavía a nadie le importas no?. Tus hermanos llegan a casa. Tu madre tiene que decirles que te fuiste, para siempre. Tu hermana menor no importa cuantas veces te haya gritado, dicho que te odiaba o robado tus cosas siempre te amó y te vio como su heroína, su modelo a seguir. Ahora empezó a culparse a si misma; ¿por qué no hice lo que ella me dijo que haga?
Ella: ¿Hola?
Él: Hola, ¡soy yo!
Ella: (Se queda en silencio un momento) ... ¿Tú otra vez?
Él: ¡No me cuelgues! ¡Déjame decirte algo!
Ella: ...
Él: Mira, yo sé que terminamos, pero te sigo amando. No importa si ya no quieres estar conmigo pero no podemos dejar de hablarnos. Me prometiste que nunca saldrías de mi lado sin importar lo que pase, ¿no?
Ella: (Silencio) ... ¿Todavía no te has dado cuenta? Quiero olvidarte.
Él: Lo entiendo, pero podemos ser amigos.
Ella: No, no podemos.
Él: ¿Por qué?
Ella: ...
Él: Eramos muy felices, ¿no? Hemos pasado momentos muy divertidos. Con sólo mirar el uno al otro, ya sonreíamos. Pocas palabras han hecho que nuestro día valga la pena, ¿no lo crees?
Ella: Sí ......
Él: ¿Y qué?
Ella: ...
Él: Responde.
Ella: Por qué no quiero volver a verte. Me has hecho llorar mucho.
Él: Lo sé, pero yo también te hice sonreír mucho, ¿verdad? Sé que no debería haber dudado de ti ...
Ella: Ya es demasiado tarde.
Él:Pero
Ella: Adiós.
Él: ¡Espera!
(Cuelga el teléfono)

Unos días más tarde...(Suena el teléfono)
Ella: ¿Hola?
Él: Hola, yo otra vez.
Ella: Ag, ¿que quieres esta vez?
Él: ¡Relájate! Yo sólo quiero hacerte una pregunta...
Ella: (Silencio) ... Dime.
Él: ¿Me amaste alguna vez??
Ella: Amé.
(Ambos están en silencio por un tiempo)
Él: Bueno ... entonces no era una mentira ... Oye, ¿te puedo decir algo?
Ella: Dime.
Él: Aún te amo, ¿vale? Yo siempre te amaré. Te lo prometo, no importa cuánto tiempo pase, yo siempre te amaré.
Ella: (Silencio) ... Am.. ok.
Él: ¡En serio!
Ella: ...
Él: ¿Estás ahí?
Ella: (Cuelga el teléfono)Ha pasado un mes...
(Suena el teléfono)
Ella: ¿Hola?
Él: Soy yo, ¡no cuelgues!
Ella: ¿Por qué no habría de hacerlo?
Él: Mira, por favor, vamos a terminar este asunto. Para de evitarme. Ya no te veo en la universidad...
Ella: Me fui a estudiar a otra.
Él: ¿Eh? ¿Por qué?
Ella: No quiero verte.
Él: .....
Ella: ¿Y entonces? ¿Qué quieres decirme?
Él: ¿Por qué actúas como si quisieras hacerme daño?
Ella: (Silencio.)
Él: ¿Eh?
Ella: ¿Y tú, no me hiciste daño? ¡Juraste que confiarías en mí!
El: ....
Ella: ¡Hiciste promesas para luego no cumplirlas!
El: ....
Ella: ¿Por qué no te olvidas de mí ya?
Él: Por qué el día en que me olvide de ti, ya habré muerto.
Ella: Entonces, ¡muérete!.
(Cuelga)

Pasan unos cuantos meses. El chico continuó llamándola... Hasta que un día, por alguna razón, ella respondió su llamada.Ella: ¿Hola?
Él: Soy yo.
Ella: ¿Qué vas a hacer ahora?
Él: Calma.
Ella: ¿Eh?
Él: Te he olvidado.
Ella: (Silencio.)
Él: Sólo llamé para decir eso.
Ella: ¿Por qué has decidido olvidarme? (Con voz temblorosa)
Él: Porque me lo pediste.
Ella: Pero...
Él: Te amo y siempre te amaré. Pero te olvidaré.
Ella: ¿Qué? ¡No entiendo!
Él: Adiós.
Ella: ¿Qué? ESPE...
(Pero él ya había colgado)

Pasa un mes y el muchacho nunca volvió a llamarla. La chica preocupada decidió ir a la casa del chico a ver cómo estaba... y una señora (madre del chico) abrió la puerta.
Ella: ¡Hola!
Mamá: ¡Hola! .. (La madre del chico tiene un tiempo, pero reconoce a la ex de su hijo) ¿Cuánto tiempo! ¿Qué estás haciendo aquí?
Ella: Vine a ver cómo está su hijo.
Madre: (Empieza a llorar)
Ella: Señora, ¿qué pasa?
Madre: (Llorando) ¿No te has enterado?
Ella: ¿Qué?
Madre: Mi hijo se suicidó hace 3 semanas...
Ella: ¿Qué? (Sus ojos se llenan de lágrimas)
Madre: (Llorando)Dejó una carta y creo que es para ti.

La chica coge la carta y se fue a su casa. Cuando llega a casa, se encerró en su cuarto, se puso a llorar y solo algunas horas después tuvo valor para leerla y decía así:"Sé que se rompí una promesa cuando no confié en ti pero yo no quiero romper más ninguna. Ahora puedo decir que te he olvidado."La chica entendió que la última llamada era una despedida. El le había avisado pero ella no había entendido. El muchacho había cumplido la promesa que la amaría hasta el final y que se olvidaría de ella solo cuando muriera. El chico quiso demostrar que cumpliría sus promesas de una manera u otra.Lo que él no sabía era que la chica esperaba sus llamadas todos los días. Y cuando colgaba, ella se ponía a llorar. Por mas que ella le dijo que quería olvidarlo, ella estaba apenas intentando convencerse a si misma. Ella siempre lo había amado pero no quería admitir.Al día siguiente, ella fue encontrada en su cuarto ahorcada con una carta encima de su escritorio:"Tu cumpliste tu promesa, ahora tengo que cumplir las mías. "Yo me quedaré a tu lado, no importa lo que pase".

Los dos cumplieron sus promesas. Pero los dos lamentaban una sola cosa. No las cumplieron juntos en la vida.