jueves, 2 de enero de 2014

No te duermas sin sueño ni te levantes sin un motivo. Tampoco vivas por nadie que no estaría dispuesto a vivir por ti. Recuerda que ningún dia se parece a otro y que nadie se parece a ti. Que solo hay una persona capaz de hacerte felíz para toda la vida y esa persona eres tu mismo.

miércoles, 1 de enero de 2014

Una historia...

Había una vez, una niña que siempre sufría por todo. Se quejaba y lloraba siempre. Hasta que un día, se dio cuenta que la vida hay que disfrutarla y hay que estar siempre feliz. Así pues, dejó de llorar. Y si lo hacía, era a escondidas para que nadie notara sus sentimientos. Era siempre "feliz". Entre comillas porque, seamos francos, ella solo quería demostrar su sonrisa y alegría delante de sus amistades y enemigos para que vieran que nada ni nadie le podía herir. Lo consiguió. Se dieron cuenta de que había madurado y que no gastaba ninguna lágrima cuando en realidad, lo que ellos no sabían era que a solas, se desahogaba escribiendo en un diario sus problemas, su rabia, sus lágrimas y sus ganas de desahogarse con alguien. No solía fiarse de nadie ya que se dio cuenta en un año de que muchas personas que antes consideraba como de la familia, se iban sin más fallándola. 

Un día lejano, después de haber gastado todas las hojas de su diario, decidió que era la hora de irse. Irse lejos. A un lugar donde podría dejar de disimular que en realidad no era feliz y ser ella misma. Poder llorar las veces que quisiera.
Cogió un bolígrafo y una hoja pequeña. Escribió en ella un simple "adiós" acompañado de un "siempre os tendré en mi corazón vaya donde vaya". Lo dejó encima del taquillón. A continuación, quemó el diario para que nadie nunca supiera todo lo que pasaba por su mente. Después, subió al tejado y estuvo de pie, pensando. No estaba segura de si estaba correcto lo que iba a hacer o no. Solo quería irse. Pero tenía miedo. 

Al día siguiente, la encontraron a bajo 10m de altura en el suelo insconciente. Nunca llegaron a saber el por qué llegó a suicidarse. Quizá porque no le prestaban mucha atención ya que siempre la veían sonreír. Se sintieron culpables. Fue trágico. Muy trágico para ellos.