viernes, 1 de agosto de 2014

Sentimientos excéntricos

Me duele todavía recordar momentos que pasamos juntos. Como el día en que permanecimos tumbados en el césped contemplando la noche estrellada y diciéndonos lo mucho que nos queríamos. Como cuando nos despedíamos lejos del uno al otro gritándonos cosas bonitas y con una sonrisa de oreja a oreja.
Como los días (todos) que íbamos cogidos de la mano y nos dábamos besos sin parar. Como cuando explorando, descubrimos un lugar subterráneo donde podíamos escondernos y hacer cosas placenteras que no se suelen hacer delante de gente. Como cuando me entregabas cartas que me hacías aunque tu letra no fuera agraciada. Como cuando me esperabas a la salida del colegio por sorpresa y me cogías fuertemente entre tus brazos. Como los días en que me invitaste a cenar en restaurantes y hacías que me sintiera querida.
Como cuando me arropabas cuando tenía frío y acto seguido, o me dabas un beso en la frente, o me cogías con tus manos. Detalles y momentos que echo en falta. Recuerdos que me vienen a la mente sin querer.
Tu imagen, tu rostro, tu sonrisa... tus besos. Todo.
¿Por qué tuviste que cambiar? Si fueras el mismo de siempre, ese chico que conocí al principio de todo, esto seguiría en pie y no habría terminado. Pero fíjate... las personas cambian, y tú cambiaste a peor.
Me alegra saber que ya no te tendré en mi vida como te tenía antes. Quizá en un futuro lejano, volvamos a reencontrarnos, pero, no te querré de la misma manera en la que te quise. No te lo mereces. No te mereces ni que te escriba estos fragmentos la verdad, pero... mira, aquí me tienes. Escribiendo para alguien que no va a leerlos. Escribiendo a alguien que me hizo daño, y aún así, sigo recordandole. Qué de sentimientos más excéntricos dispongo, ¿verdad?
Unos días te pienso y me imagino un futuro contigo... otros días también pienso, pero con sentimientos retorcidos llenos de furia y deseos de que te jodan pero con sufrimiento. Como tú me hiciste pasar. Con dolor.


domingo, 16 de febrero de 2014

Nunca se sufre por amor, se sufre por desamor, por desencanto o por indiferencia, pero nunca por amor. El amor no lastima…lo que lastiman son las personas que no saben amar.
“¿Cómo alguien puede engañar una persona durante tanto tiempo? ¿Qué se gana? ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué le dices que la quieres si no es verdad? ¿Por qué haces que ella te quiera si tú no sientes lo mismo? ¿Por qué no dejar las cosas claras desde un principio? ¿Sabes cuánto cuesta reparar un corazón roto? ¿Qué sentirías si la hubieras visto llorando en silencio en el piso de su habitación, en la ducha, a las 3 de la mañana en su cama mientras todos dormían? ¿Sabes que ahora ya no confía en la gente? ¿Y si te dijera que ella piensa que es su culpa? ¿Cuánto le va a costar recuperarse? ¿Qué se siente haber acabado con una maravillosa persona cuyo único error fue haberse enamorado de un imbécil?”

— Lo qué me pregunto cuando te veo llorar


jueves, 2 de enero de 2014

No te duermas sin sueño ni te levantes sin un motivo. Tampoco vivas por nadie que no estaría dispuesto a vivir por ti. Recuerda que ningún dia se parece a otro y que nadie se parece a ti. Que solo hay una persona capaz de hacerte felíz para toda la vida y esa persona eres tu mismo.

miércoles, 1 de enero de 2014

Una historia...

Había una vez, una niña que siempre sufría por todo. Se quejaba y lloraba siempre. Hasta que un día, se dio cuenta que la vida hay que disfrutarla y hay que estar siempre feliz. Así pues, dejó de llorar. Y si lo hacía, era a escondidas para que nadie notara sus sentimientos. Era siempre "feliz". Entre comillas porque, seamos francos, ella solo quería demostrar su sonrisa y alegría delante de sus amistades y enemigos para que vieran que nada ni nadie le podía herir. Lo consiguió. Se dieron cuenta de que había madurado y que no gastaba ninguna lágrima cuando en realidad, lo que ellos no sabían era que a solas, se desahogaba escribiendo en un diario sus problemas, su rabia, sus lágrimas y sus ganas de desahogarse con alguien. No solía fiarse de nadie ya que se dio cuenta en un año de que muchas personas que antes consideraba como de la familia, se iban sin más fallándola. 

Un día lejano, después de haber gastado todas las hojas de su diario, decidió que era la hora de irse. Irse lejos. A un lugar donde podría dejar de disimular que en realidad no era feliz y ser ella misma. Poder llorar las veces que quisiera.
Cogió un bolígrafo y una hoja pequeña. Escribió en ella un simple "adiós" acompañado de un "siempre os tendré en mi corazón vaya donde vaya". Lo dejó encima del taquillón. A continuación, quemó el diario para que nadie nunca supiera todo lo que pasaba por su mente. Después, subió al tejado y estuvo de pie, pensando. No estaba segura de si estaba correcto lo que iba a hacer o no. Solo quería irse. Pero tenía miedo. 

Al día siguiente, la encontraron a bajo 10m de altura en el suelo insconciente. Nunca llegaron a saber el por qué llegó a suicidarse. Quizá porque no le prestaban mucha atención ya que siempre la veían sonreír. Se sintieron culpables. Fue trágico. Muy trágico para ellos.