Te voy a dar un consejo antes que nada: no te enamores nunca, porque duele; duele aquí donde la gente dice que tenemos el corazón.
viernes, 19 de abril de 2013
Se puso los cascos y se sentó en medio de la calle, sin importarle nada,
en una calle cualquiera. Miró hacia el cielo, y contempló las
estrellas, mientras escuchaba una canción en la que decía: 'pero a ver
si sale el sol, en este campo de concentración que llaman vida, que
llaman muerte, si al fin y al cabo hablamos de suerte, donde estará, que
droga será, para sonreír una vez más, quiero volver a ser el que un día
fui, vivir sonriendo y no sobrevivir, préstame tú tu claridad, antes de
que llegue la oscuridad'. En ese mismo momento, se dio cuenta de que a
veces hay que salirse de la rutina, porque la simple acción de sentarse
en medio de una calle y contemplar las estrellas, puede resolverte
muchas dudas, hacerte darte cuenta de muchas cosas. Como que ni un cielo
estrellado es más bonito que su sonrisa.