domingo, 23 de octubre de 2011

El final.

Ese final que le falta y que siempre le ha faltado. Ese final que ha buscado como una respuesta que no tenía valor ni para plantearse siquiera a sí misma. Ese final a lo mejor ha llegado. Y discurre ante sus ojos como los títulos de crédito de la película de un amor concluso. Sí, ha llegado el momento de decírselo. Ha llegado el momento de ir a decirle que ha sido bonito, que aunque los actores salgan de escena, el escenario de la vida sigue abierto y listo para nuevos espectáculos, que le deseo todo lo mejor y que lo siento mucho. Pero ha llegado el final. Cierra el portátil. Coge su bolsa y sale corriendo. Cuando el corazón se decide, cuando tiene el coraje de cambiar de camino, no se debe esperar.