miércoles, 27 de febrero de 2013

Un viento suave se escabulle entre pequeñas casas ordenadas, entre mármoles blancos y grises, entre flores recién marchitas y otras recién plantadas. La foto y las fechas recuerdan a alguien. Amores pasados, vidas rotas o naturalmente, amputadas. Sea como sea, pasadas, arrebatadas. Como la de mi amigo. A veces, todo esto sucede sin un porqué y el dolor es aún mayor. Camino entre las tumbas. Llevo un ramo de flores en la mano, los girasoles más bonitos que he podido encontrar.
Miro esa foto, esa sonrisa que tantas veces me ha hecho compañía. Esa imagen pequeña, así como grande y generoso era su corazón.