Un viento suave se escabulle entre pequeñas casas ordenadas, entre
mármoles blancos y grises, entre flores recién marchitas y otras recién
plantadas. La foto y las fechas recuerdan a alguien. Amores pasados,
vidas rotas o naturalmente, amputadas. Sea como sea, pasadas,
arrebatadas. Como la de mi amigo. A veces, todo esto sucede sin un
porqué y el dolor es aún mayor. Camino entre las tumbas. Llevo un ramo
de flores en la mano, los girasoles más bonitos que he podido encontrar.
Miro esa foto, esa sonrisa que tantas veces me ha hecho compañía. Esa imagen pequeña, así como grande y generoso era su corazón.