Te voy a dar un consejo antes que nada: no te enamores nunca, porque duele; duele aquí donde la gente dice que tenemos el corazón.
domingo, 2 de junio de 2013
Tienes las rodillas desgastadas de arrodillarte para pedir perdón por algo que no hiciste, y los nudillos destrozados de llamar a puertas que nunca abrieron.
Disfruta, sé libre, ya habrá tiempo para el amor y demás.