martes, 10 de julio de 2012

Nada es imposible.

Intentar desahogarse escribiendo una pequeña historia, no sirve de nada. Intentar tumbarse en la cama, con tu canción favorita, tampoco sirve de nada. Mirar al alrededor y ver fotos, cartas de amor, que de repente de la nada, salga esa canción que te recuerde a él y no querer escucharla. Cambiar de emisora rápidamente. Girarte y ver otra foto. Romperla en mil pedazos y dirigirte a la basura. Estás apunto de tirar esos mil pedazos que son como mil partes de tu corazón rotos y pensar: ¿Tantos momentos, tantas conversaciones vividas, y.. que nos pasó? La duda te come la cabeza durante el día.