jueves, 26 de julio de 2012

Y a veces, te sientes tan sumamente sola y hundida, que lo único que puedes hacer, es llorar.
Llorar desconsoladamente, como si por hacerlo, tus problemas se solucionaran. Pero aún así,
lloras. Eres débil. Te sientes muy pequeña, en un mundo demasiado grande, que se encarga
de aplastarte cada día un poco más, de decirte que no puedes, que no vales, que no encajas,
que tus sueños jamás se cumplirán. No lo soportas. Sientes rabia. Rabia que se convierte en
dolor. Dolor que acaba en llanto. Siempre acaba en llanto. Las lágrimas significan impotencia.
Quieres que las cosas cambien, y por eso lloras.
Pero hoy todo será distinto.
A pesar de que el dolor me desgarre el alma, no voy a llorar. No voy a permitir que las lágrimas
recorran mi cara, dejando una huella imborrable sólo invisible para mis ojos. No voy a llorar. No
voy a llorar. NO VOY A LLORAR. Cuánto más me lo repito, más ganas me entran. ¿Qué hago?
Lo único que puedo hacer, es no controlar mis impulsos, dejarme llevar, y llorar un océano.
Lloraré, pero no lo haré eternamente. En algún momento me cansaré de hacerlo, y me limpiaré
las lágrimas con más fuerza que nunca. Puede que aunque no quiera, hoy llore..
..pero mañana ya no lo haré.